Repetir como en un susurro a lo largo del día, tantas veces como queramos.No tardaremos en darnos cuenta de que hemos sido escuchados.
Conciencia divina sé en mí día y noche, conviértete en mi aliento, en mi pensamiento, en mi palabra, mi acción constante. Sé mi percepción clara, libre de ideas preconcebidas y juicios. Tráeme la paz.
Pino dice
Muy interesante. Gracias.