CALMA
Y llega a mi la calma,
ese mar amplio
donde el pecho se expande
y el alma sobrepasa los límites
de este cuerpo mortal
y todo se hace paz
y silencio infinitos.
Toco la eternidad
y mi calma se transforma en quietud.
En ella cabe todo…
dolor y oscuridad
se mezclan con el gozo
y la eterna claridad,
con el entendimiento
de que todo es perfecto.
Quietud, calma, amplitud,
eternidad, presente…en el aquí y ahora.
Vacío y plenitud.
Rosa María De Torres Villagrá
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