Elige una postura cómoda con la espalda recta y los ojos cerrados.Mira hacia dentro, hacia tu interior.Baja unos escalones, despacio, sin prisa. Llegas a un descansillo, te encuentras con una puerta espaciosa,la traspasas…al otro lado hay un hermoso jardín,observas las plantas, las flores, los árboles,las aves,quizá algún animal .
La brisa te acaricia con suavidad,disfrutas de ella y del ambiente perfumado.
La magia del lugar te envuelve.Es como si te llevaran a algún rincón especial.Caminas por un sendero algo empinado…al fondo vislumbras una cascada transparente, clara ,luminosa,con un brillo y una luz jamás visto…te dejas salpicar por ella. Te despojas de todo lo que llevas puesto y entras en el pequeño lago que se ha ido formando. Te sumerges en la cortina de agua…cae con suavidad, casi acariciándote. Es como si el agua se llevara tus problemas, tus oscuridades.
Es un baño relajante y purificador ,a la vez sientes que te llena de energía.
Hay seres de luz que te acompañan, quizá seres queridos.Realmente es como si estás en el paraíso. Disfrutas del momento .Te llega luz y comprensión.Te vas llenando de paz , armonía y serenidad.
Buscas ahora un rincón tranquilo y estás el tiempo que necesites.
Cuando lo consideres vas saliendo de tu jardín.Sabes que es tuyo y que puedes volver siempre que quieras.
Llegas a la puerta, la traspasas,subes los escalones .Abres los ojos guardando en tu corazón todo lo vivido.Retomas tu actividad normal.