De la dulce matriz, del seno amoroso
en el lejano recuerdo, tan presente, suspendidos,
calor de hogar sin nombre, sin condición,
amor dado, respirado, tan tierno, recibido.
…
De las mil veredas, tan extrañas, recorridas,
del mundo proceloso, tan huraño, sorprendidos,
por la sombra tan extensa, tan vacía,
van volviendo, del calor primordial agradecidos
…
Por la luz que nunca abandonaron atraídos,
por la trémula presencia del milagro sostenidos,
de la canción silenciosa en el alma enamorados,
acuden despaciosos, sin saberlo, al fuego convocados
…
Ya vienen de su sueño de milenios despertando,
los ardientes luchadores, cansados caminantes que nunca perdieron la esperanza,
y cobijan en su seno la canción que marca el ritmo
de una secreta danza.
Jesús De Torres Villagrá
Marga dice
Gracias por compartir este poema tan precioso
Rosa Mary De Torres Villagrá dice
Gracias a tiiii y a todos vosotros que lo haceis posible
Carmen Rosa dice
Precioso poema. Muchas gracias por compartirlo.
Rosa Mary dice
Y que satisfacción!!!!