coraz´´on
EL VALOR DEL SILENCIO
Me vivo , a veces, con cierta insatisfacción y nostalgia de una vida más honda y más expuesta.Van pasando los días y el «hoy empiezo» se va postergando.Aún así, en algún momento del día, siento ese anhelo de volver a la «cueva del corazón».
La mayoría de las veces me vivo dispersa y siento que me pierdo lo mejor.Necesito recuperar silencio, un silencio que no es evasión sino agrupamiento de mi misma al abrigo de Dios.Porque dicen que,así como es el fondo el que da color a todo el estanque, es nuestra hondura la que da color a nuestro vivir.
Extractado de un artículo de Mariola López rscj.
Meditación del corazón
Siéntate cómodamente con la espalda recta si estás en silla con los pies sin cruzar, si en el suelo en medio loto.Coloca las manos a la altura del ombligo o en las rodillas con las palmas hacia arriba .Puedes poner una música suave o simplemente en silencio.
Haz varias respiraciones lentas y profundas para centrarte…siente que expulsas el cansancio, la prisa o las preocupaciones con la salida del aire…Lleva ahora tu atención al centro del pecho, al corazón…siente su calor…su latido…descansa en él…
Intenta sentir el latido de tu corazón en diferentes partes del cuerpo, sin ansiedad, sin prisa…empieza por la columna vertebral…recórrela…siéntela…hasta que localices su latido…Haz lo mismo en los tobillos, las pantorrillas, los muslos, las muñecas…el cuello…la fontanela…y vuelve al centro del pecho y descansa ahí.
Siente tu cuerpo como un corazón que lo ocupa todo…siente su latido…siente que la tierra late contigo…y el Sol…y los planetas…y la galaxia ….y el universo…vuelve a tu pecho…y agradece.